Como cambiar de Mentalidad para enfocarte hacia el Éxito como Federer.

En muchas ocasiones cuando vemos a grandes deportivas por la tele, hay que tener en cuenta que los vemos
ya en su fase mas esplendorosa y muchos de ellos cosechando éxitos con una mentalidad de hierro. Lo que no vemos son las dificultades que tuvieron que pasar, las trampas mentales que han tenido que sortear o si en una etapa de su vida deportiva vivieron situaciones límite negativas que les hacía estar poco enfocados hacia el éxito.

Aunque pueda parecer mentira, esta última situación es en la que estuvo en su etapa junior y en los primeros estadios profesionales Roger Federer, el tenista suizo considerado el mejor tenista de todos los tiempos (presentando mis respetos a Rafa Nadal).

Hasta los 16 años, lo consideraban un loco que iba rompiendo raquetas cuando las cosas no le salían bien, hasta él mismo llegó a decir: ” Mi temperamento era difícil de controlar”. Aunque todo cambió en una final junior del US open contra David Nalbandian en la que (como siempre en esa época contra él) perdió. Roger recuerda como sentía feliz por haber perdido la final pensando que había hecho un buen torneo. Fue entonces al reflexionar que debía cambiar su mentalidad para convertirse en el flamante campeón que es hoy en día. Paradojas de la vida, unos años mas tarde: Federer ha ganado 17 Grand Slams y Nalbandian ninguno.

Estos cambios de mentalidad visto bajo el prisma empresarial no
dejan de ser procesos de igual naturaleza
pero con escenarios distintos. Solo hay que cambiar las pistas de tenis por los despachos. Tratando mas a fondo esta cuestión. Para enfocarnos hacia el éxito o la consecución de objetivos a largo plazo (a veces la expresión éxito es poco precisa) hay que tomar en consideración las siguientes premisas:

1- En primer lugar tener pensamientos positivos firmes consistentes en pensar que nuestro talento, con la actitud adecuada, nos llevarán a la consecución de objetivos.

2- Tomar el control de nuestras facultades mentales, incentivarlas de forma adecuada, para borrar todo aquello que no aporte avances positivos.

3- Tener una fe ciega en el trabajo duro, persistencia y auto disciplina para no apartarse del camino correcto.

4- Descubrir nuestro diálogo interior y saber utilizarlo para obtener una conversación clara que no nos confunda en momentos de debilidad.

5- Tratar nuestros miedos y dudas de forma mas racional para llegar a una situación de paz que nos permita construir la mentalidad adecuada.

6- Tenemos que desaprender a emitir juicios negativos sobre nosotros mismos. Con mas rigor y trabajo acumulado podemos conseguir una mejor visión de nosotros mismos.

El proceso para fijar estos puntos al fin y al cabo trata de formular las preguntas adecuadas:

           
                – Qué quiero cambiar?

                – Donde quiero empezar?

                – Cuál va a ser mi primer paso?


Una vez resueltas, hay que visualizar el cambio con concentración y confianza de tal forma que nos vemos ganando este partido donde al otro lado de la red tenemos a la versión de nosotros mimos que no queremos, la que nos hace pensar como un perdedor e inventa argumentos para que encima estemos satisfechos con ello. Al Federer que rompía raquetas y estaba contento por perder finales. Extrapolado a nuestros proyectos profesionales se traduce en startups que echan el cierre, despidos en puestos de responsabilidad por no lograr los objetivos marcados y talentos desperdiciados por miedos no afrontados y vencidos.

Supongo que muchos de vosotros habéis leído “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” Stephen R. Covey (si no es así os lo recomiendo si necesitáis cambios en vuestra vida), en él su autor afirma que la antesala de la victorias públicas son las victorias privadas, las de uno mismo: “Vence tus miedos y vencerás ahí fuera”