Posibles Problemas de la Ley de la Atracción

Quizás el problema más grande que puedo destacar de la ley de la atracción, es que como puede notarse en
las líneas anteriores, no importa cual sea tu disposición, en lo que te enfoques, que eso atraerás. Es decir que si (incluso inconscientemente) estás pensando en consecuencias negativas, en errores, en fallas, en personas molestas, en fracasos… pues precisamente eso será lo que llegue a tu vida, y digo problema, porque principalmente, eso es lo que domina muchas veces nuestros pensamientos.

Como seres humanos, y más bien como animales, siempre estamos preparados para lo peor, de tal manera que las consecuencias negativas no nos impacten en gran medida psicológica mente. Recordemos que nuestra misión inconsciente, es acercarnos al placer, y alejarnos del displacer.

Sin embargo, hay algo muy importante para notar en todo esto, y lo tomaré de un ejemplo que un amigo me dio una vez.

Si yo te dijera: NO PIENSES en elefantes rosados. ¿En qué piensas?

Claro! En Elefantes Rosados.

Tal parece que nuestro cerebro se pasar por alto todo lo que tenga que ver con las negaciones. A nuestro cerebro no le importa que yo diga NO PIENSES, el automáticamente PIENSA.

Es por eso que muchas veces, cuando algo malo nos ocurre, seguimos pensando, NO quiero más problemas, NO quiero sufrir más, NO quiero ganar tan poco dinero… cuando lo que realmente estamos expresando con gran pasión es: problemas, sufrimientos y poca abundancia monetaria.

De ahí la importancia de saber manejar el lenguaje del éxito, cosa sobre la cual escribiré pronto

La ley de la atracción, se basa en un gran conjunto de herramientas psicológicas y heurísticas, así como la experiencia de muchos quienes afirman que de alguna manera, lo que expresan se convierte en su realidad.

Muchos lo dijeron en su momento, muchos sintieron que había un gran poder superior que atraía a sus vidas en todo aquello en que se enfocaban. Muchos ven la Ley de la Atracción, como las bendiciones de Dios en respuesta a oraciones. Muchos creyentes sin embargo, separan la Ley de la Atracción del ser supremo.

La mecánica cuántica, en su forma más básica, predica teóricamente que todo el universo está formado de las mismas partículas, y que dichas partículas vibran en ciertas frecuencias. Lo que curiosamente eclipsa con el hecho de que las vibraciones similares tienden a permanecer más unidas o cercanas, mientras que se repelen con las de vibraciones muy diferentes. La analogía es que como seres humanos y como parte de este gran universo, estamos compuestos de las mismas partículas, y por tanto, estamos vibrando en determinadas frecuencias, atrayendo lo semejante.

Como ejemplo de que la Ley de la Atracción, podría asegurarte que alguna vez te ha pasado, que has
querido algo, digamos un Celular nuevo. Conforme piensas y te enfocas en eso, empiezas a ver los anuncios más de seguido, a ver personas que tienen dicho celular, a ver vayas que antes ni mirabas, con la publicidad de ese celular, a ver que hay promociones, a investigar en Internet las características, a ver vídeos o leer artículos sobre revisiones… etc.

Sea con lo que sea, tal parece que todas las cosas semejantes empiezan a llegar. Esa publicidad, esos anuncios, esas personas que ya lo tienen, esas promociones. Hasta que finalmente lo compras. Luego de esto, ya se ha manifestado tu deseo, y es poco probable que vuelvas a ver con tanta intensidad cuestiones semejantes con querer obtener dicho celular, pues ya lo tienes. Ahora, lo que ocurre es que empiezas a conseguir software, o tonos de llamada (ringtones)… etc, esto a modo de ejemplo.

Estoy seguro de que sabes de lo que hablo, y coincides conmigo cuando digo que esto nos ha pasado a todos.

Y también nos ha pasado lo contrario, cuando nos “levantamos con el pie izquierdo”. Dormimos mal, y en la mañana todo parece estar mal, empezamos a ver que salimos más tarde de lo normal, la gente no nos saluda, o en su defecto nos trata mal, derramamos el café, y empezamos en un círculo vicioso de negativismo todo el día, para finalmente llegar a la noche diciendo: Tuve un Mal Día.

Pero claro que no!

Lo que tuviste fue un gran día aplicando la Ley de la Atracción como no debías.

No te das cuenta, pero hechos negativos semejantes sólo podrán atraer más hechos negativos semejantes.